Día de la Tierra: Cuidar nuestra casa común

Uno de los cánticos más emblemáticos de San Francisco de Asís, “Laudato Si” (“Alabado seas, mi Señor”), inspiró el título de una de las encíclicas más influyentes del siglo XXI, escrita por el Papa Francisco. Publicada el 24 de mayo de 2015, Laudato Si: Sobre el cuidado de la casa común, es un llamado urgente —no solo a la comunidad católica, sino a toda la humanidad— a asumir nuestra responsabilidad en el cuidado del planeta, de la Madre Tierra, de la biodiversidad, y de las comunidades que viven en pobreza extrema y son las más afectadas por el cambio climático.

 

Esta encíclica de 186 páginas expone propuestas concretas para actuar con urgencia. No basta con mitigar los daños: hay que restaurar, regenerar y construir un modelo de vida verdaderamente sostenible y respetuoso con la Tierra viva.

 

Hoy en día, existen miles de propuestas y proyectos en marcha por todo el mundo. Uno de los más relevantes es el Acuerdo de París, en el cual 195 países se han comprometido a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos en la Agenda 2030. Esta agenda, promovida y coordinada por la Oficina del Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) con sede en Bonn, Alemania, busca evitar que la temperatura media global aumente más de 2 °C. Superar ese umbral supondría consecuencias irreversibles para nuestro planeta.

 

Parte de las estrategias globales incluyen instrumentos financieros como los Bonos de Carbono, diseñados para apoyar proyectos de bioremediación, reforestación, conservación de la biodiversidad, economía circular y restauración ecológica. Estos proyectos son ejecutados por empresas, ONGs y comunidades, que son evaluadas por organismos autorizados por la ONU para garantizar su impacto y transparencia.

 

A pesar de los avances, el balance general desde el Día de la Tierra de 1990, cuando 190 países se unieron oficialmente a su celebración, no es del todo positivo. El deterioro ambiental sigue avanzando, y por eso es urgente fortalecer la conciencia ecológica, modificar nuestros hábitos de consumo, promover una vida sustentable, y apostar por una transformación social desde lo local y lo comunitario.

 

En Aldea Azul, como ecoaldea comprometida con el cuidado del medio ambiente, celebramos este día reafirmando nuestro compromiso con la acción climática, el consumo responsable, y el impulso de modelos regenerativos de vida. Invitamos a todas las personas que aman la Tierra a unirse a este movimiento. Porque cada acción cuenta, cada voz suma, y nuestra casa común nos necesita.

Los leo.
Saludos.

Jorge
Author: Jorge

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